2 de Febrero, día de la Candelaria y su relación con los tamales

¿Te salió el niño en la rosca de reyes y vas a dar los tamales? Conoce un poco más de la celebración de este día y su relación con el tradicional platillo mexicano.

La celebración del día de la Virgen de la Candelaria no es originaria de México, sino una combinación de creencias y tradiciones que se unen ese día. Por un lado, en la cultural judía, la mujer después del parto debe pasar un periodo de “purificación”, mismo que dura 40 días, que al haberse cumplido, el bebé ya puede ser presentado ante las autoridades religiosas. Si partimos de que Jesús nació el 24 de diciembre, el día 2 de febrero se cumplen los 40 días, y es debido a eso que hasta ese día se levanta al niño del nacimiento.

En algunas regiones de México la persona a quien le salió el niño en la rosca de reyes es la encargada de apadrinar al niño, levantándolo, vistiéndolo, arrullándolo, y haciéndose cargo de él hasta la próxima navidad; en otras ocasiones se elige al padrino o padrinos deliberadamente.

La Virgen de la Candelaria

La advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de la Candelaria surge en Tenerife, Islas Canarias, donde de acuerdo a relatos, en 1392 unos pastores durante su recorrido en el campo encontraron una figura de aproximadamente un metro, de una mujer que con un brazo cargaba al niño Dios, y en la otra mano sostenía una vela. Y tras llamarla la Virgen de la Candelaria (por la vela que portaba) la convirtieron en la su virgen patronal.

¿Por qué se comen tamales el día de la Candelaria?

Con la llegada de los españoles a México y la evangelización, esta celebración tomó terreno en el país. Curiosamente esta festividad coincidía con una tradición que los pueblos originarios de ofrecer a los dioses Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl productos de maíz, en especial tamales durante una festividad llamada Huauhquiltamalqualitztli, la cual daba inicio al ciclo agrícola.

Es así que la tradición ha permanecido, y como muchas otras, mantenemos sin conocer mucho sobre el por qué lo hacemos o cómo surgió.

Si eres de quienes realizan esta actividad, deseamos que disfrutes de la convivencia con tus familiares y/o amistades, y por su puesto de los ricos tamalitos, cuya variedad es tremendamente basta, pero ese será tema para otra ocasión. ¡Provecho!