Historia de la lucha libre en México: ¿Cómo surgió?

Los saltos, las luces, los golpes, la teatralidad, la música y hasta los gritos de los aficionados forman parte de la lucha libre, uno de los símbolos más reconocibles de México, sin embargo ¿te has preguntado cuál es la historia de la lucha libre en México y cómo surgió?

De acuerdo con la Secretaría de Cultura de México, hay registros de luchas en los pueblos mesoamericanos, quienes se enfrentaban cuerpo a cuerpo para entrenar, como ha quedado registrado en esculturas de guerreros olmecas. 

Actualmente la lucha mexicana ha tomado tanta popularidad que los aficionados compran desde máscaras hasta rings de lucha libre mexicana coleccionables, pero se cree que en nuestro país comenzó en 1840, casi cien años antes de que se formalizara. 

Los primeros encuentros de lucha libre tuvieron lugar en plazas públicas, teatros, plazas de toros y mezclaban lucha grecorromana y otras disciplinas marciales, como judo y jiu-jitsu.

Fue entre 1864 y 1867, durante la invasión francesa, que tomaron lugar como exhibiciones extranjeras y en 1863, Enrique Ugartechea se da a conocer como el primer luchador mexicano y crea las bases de la lucha libre mexicana.

Sin embargo, no se puede entender cómo surgió la lucha libre mexicana y su historia sin Salvador Lutteroth, considerado el padre de esta disciplina, era un exteniente de la Revolución y, en 1933, creó la Empresa Mexicana de Lucha Libre, que actualmente se conoce como el Consejo Mundial de Lucha Libre, teniendo su primera función en la Arena México.

La lucha libre siguió creciendo y para la década de los 50 se formaron las primeras leyendas de este deporte, como El Santo, Blue Demon y el Rayo de Jalisco.

Para los 80 nacieron nuevos ídolos, como El Perro Aguayo, Tinieblas, Lobo Rubio, Kato Kung-Lee y Blackman.

En los 90 el escenario fue más allá del deporte e incorporó luces y sonido, haciendo de cada presentación un espectáculo único. 

Poco a poco, en la lucha libre se incorporó más diversidad, como combates femeninos y de personas de talla pequeña. 

Sin duda la historia de la lucha libre mexicana se ha escrito en los libros y las películas, pero sobre todo en los cuadriláteros, por lo que la mejor forma de vivirla es experimentándola.