Danzando con hilos en el telar de pedal
A veces nos llegan momentos en los que queremos saber de dónde provienen las cosas, como ocurre con los niños, la curiosidad es una virtud a la que podemos recurrir en cualquier momento de nuestra vida.
Hace años, me llegó un momento de curiosidad por saber cómo se realizan las telas artesanales, recién había comprado unas colchas en Oaxaca, así como un hermoso vestido hecho a partir de un rebozo, los patrones y grecas en estas artesanías me había enamorado.
Comencé a preguntar con la gente local, quienes me contaron de los telares del estado en poblados como Mitla y Teotitlán del Valle, en donde se creaban bellos lienzos. En ese momento, solo sabía de las máquinas industrializadas empleadas para hacer telas, así que quise saber más.
Poco después conocí a un artesano que realizaba tapetes en Teotitlán del Valle, él ya no podía trabajar en su telar, pues el paso de los años y demasiadas danzas le habían dañado sus rodillas, sin embargo, me habló con añoranza sobre su labor, y su pasión por tejer en su telar, su relato me hizo imaginarlo danzando entre hilos, creando miles de hermosos tapetes de lana decorados con grecas, aves y paisajes.
Aproximadamente hace 4 años, vi por primera vez un telar de pedal, pude tener contacto visual, táctil y auditivo. Me di cuenta de que los textiles artesanales de Oaxaca y otros estados, son el resultado de una danza que realiza el artesano con el telar. Es maravilloso ver como el artesano pasa de un pedal a otro, jalando unos hilos para entrelazar otros, creando hermosos patrones que ya le son naturales, es como si el artesano, los hilos y el telar fueran uno mismo, los sonidos de los pedales y las agujas en movimiento marcan el ritmo de la danza.
Esta experiencia me hizo valorar más nuestras tradiciones, agradezco infinitamente a los artesanos mexicanos que continúan con su labor y tradición textil, creando hermosos tapetes, colchas, cortinas, rebozos y demás artesanías danzando con sus hilos y su telar.